Copyrights @ Journal 2014 - Designed By Templateism - SEO Plugin by MyBloggerLab

DE MENDIGUREN: "LA CAUSA PRINCIPAL DE LA CRISIS ARGENTINA ES EL MODELO ECONÓMICO"

Share


Por Nicolás Pablo Coco (noviembre de 2023). José Ignacio de Mendiguren es el secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación. Nació en la Argentina y es hijo de vascos. A lo largo de los años desarrolló una importante trayectorIa en el mundo de las empresas industriales y luego se convirtió en un político, que se ganó el respeto de todos los sectores. 

Luego de trabajar con mucho éxito en sus empresas desembarcó en la política en 2002. Fue al poco tiempo de la gran crisis económica del 2001. Tomó el puesto de ministro de Producción y desde esa posición fue testigo de un nuevo despegue del crecimiento del país. 

La entrevista que sigue deshoja de a poco su vida y el tránsito que tuvo en esa época oscura del país. A su vez analizó por qué hoy Argentina siente los mismos miedos.

-¿Cómo fue su historia familiar y la relación con su padre?

En mi familia somos seis hermanos. Mi viejo era ministro del exterior del gobierno vasco en la guerra civil y tuvo que salir al exilio por la guerra y llegó a Argentina. Cuando yo tenía 3 meses mi viejo se mató en un accidente de aviación. Y nos criamos aquí de manera normal. A los 19 años entré a trabajar a “Price Wahterhouse”, como estudiante de derecho. Me recibí y me quedé a trabajar en la empresa. Hasta que a los 25 años, cuando estaba a cargo del departamento legal, decidí irme porque quería era ser más un asesorado que un asesor. Y me tuve que ir de las grandes oficinas a la calle. A buscar y a hacer algo. Quería desarrollar una actividad industrial que siempre me gustó. Empecé a comprarle a muchas empresas lo que descartaba y con eso puse “Coniglio”. Después una fábrica de Alpargatas. Fuimos los creadores de Alpargatas de suela de goma. Todavía la tengo en San Luis. Con Conigilio me fue muy bien, tuvimos muchos locales y en el año 1998 el Exxel Group me la compró. Después tengo una empresa Textil que se utiliza para los neumáticos. Y también tuve la licencia de Nike que en ese momento no estaba en la argentina. También puse una cadena de ropa de deporte “Stockcenter”. En lo industrial fui productor agropecuario, también tengo una cabaña de caballos que tuvo premios en la Rural. Nos fue muy bien.

-¿Y cómo llega a la función pública?

Yo no vengo de la política. Yo era dirigente de la Unión Industrial y en el 2001 estalló la convertibilidad. Explotó una bomba atómica y se armó un gobierno de Unidad Nacional entre el radicalismo y peronismo. A mí Alfonsín y Duhalde me ofrecieron ser el primer ministro de Desarrollo. Y peleamos mucho contra los que querían dolarizar la economía y privatizar la banca pública. Ganamos esa batalla, pasamos de la peor crisis social, política y económica del país al periodo de crecimiento más largo (2002-2011). Hice un libro sobre todo eso, a los 20 años de cumplirse.

¿Y en ese momento se suma a la política?

No, ahí entré porque me lo pidieron. Terminamos la gestión y yo volví a la Unión Industrial a ser presidente. Tenía mucho diálogo con la gente. Y la política cuando ve que la gente te tiene aprecio, te llama. Siempre me llamó, nunca fui. Yo nunca tuve una militancia política.

-¿Algo le había quedado de su padre y sus raíces políticas?

En una nota de Noticias decían eso, que tenía el gen de mi padre. Mi padre era un tipo de una situación económica buena en Europa (vasco). Se va a estudiar a Bélgica. Graduado a los 25 años. Los vascos tenían una probabilidad de ganar la guerra muy baja y él se metió en la política y terminó en el exilio. Una tía mía en 2001 me decía que estaba loco como mi viejo al meterme en política. Me acuerdo cuando Alfonsín me llamó. Yo estaba de vacaciones. Me dijo: “vasco lo que ustedes piensan tiene apoyo de la CGT, los Radicales y peronistas”. Ya se había ido Rodríguez Saá y Alfonsín me dijo: “mire Mendiguren, mañana la asamblea legislativa lo va a nombrar a Duhalde presidente. vamos a formar un gobierno de unidad nacional, vamos a anunciar una alianza con la producción". Se creó el primer Ministerio de la Producción y me lo ofrecieron. Y le pregunté a Don Raúl (Alfonsín): "¿cómo la ve? ¿Posibilidades de éxito?" Y Raúl me dijo: “No sé. 7 por ciento, ocho por ciento. Mire Mendiguren que vamos para enfrentar la peor crisis social, política y económica del país y tenemos el menor poder político para hacerlo”. Ahí arrancamos y armamos un gabinete en Producción. Fue terrible. Cuando terminé volví a trabajar en la UIA y en 2013 me llamó Sergio Massa que se lanzó contra Cristina. Era una patriada. Me gustaba el grupo y fui diputado. Yo hago política industrial no partidaria. Soy desarrollista de formación. Sergio me respetó. Presidí la Comisión de Industria y cuando ganamos en el 2019 me hice cargo del Banco Inversión y Comercio Exterior (BICE) lo agarramos muy mal y lo transformamos. Dimos vuelta todos los números. En agosto (2022) vuelve a explotar todo y Sergio me llama para la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo y nos volvimos a tirar encima de la granada. Y bueno, ahora la gente está muy enojada. Después de la pandemia no se perdonó a ningún oficialista. Le dijeron no a la estructura política moderna. Acá el país estaba defaulteado y ya estaba incendiado. Veníamos bajando la inflación, teniendo reservas, y nos cayó un meteorito que es la sequía. Y así y todo fuimos competitivos. Hubo un replanteo político muy importante. Nosotros no ganamos con causa. Cambiemos explotó. Ahora se quiere subir a este trencito… El radicalismo también se tuvo que abrir… Fue una bomba neutrónica en todo el mundo político. Fue producto de la crisis, la pandemia, no es casualidad. En todos lados cambió. En Chile pasó lo mismo. La gente vota en contra de los que están. Nosotros pudimos recuperar el tema de la desocupación, pero bueno, no alcanzó.

-¿Cuáles fueron los puntos en materia de desarrollo que ves en el mundo y Argentina de los últimos 20 años?

Primero hay que identificar el problema de Argentina y por qué cada cuatro años entra en crisis. Es un péndulo. Vamos y venimos. La causa principal es el modelo económico. Tenemos un modelo “primarizado”. Vendemos materia prima. Le vende al mundo lo que vale poco y le compra al mundo lo que vale mucho. Ese modelo no te funciona. Está condenado a explotar. Por eso entras en restricción externa. Hoy exportas comida para los animales, no proteína. Eso te servía cuando había cuatro millones de habitantes, hoy te condenas al fracaso. Cuando llega la crisis hay que atacar el problema. El mundo a vos te quiere, proveedor de materia prima y recursos naturales. El valor agregado del producto tiene que quedar acá. No es lo mismo crecer que desarrollarse. Argentina tiene una oportunidad extraordinaria ahora: tiene gas, litio, petróleo. Ahora viene la discusión sobre qué vamos a hacer. Gas también tiene Nigeria, pero también Noruega. Nosotros queremos ser Noruega. Es lo que nos diferencia de un programa nacional de desarrollo a lo que proponen ahora.

-¿Y que nos queda a futuro?

Ahora nosotros íbamos a repetir lo mismo que en el 2002. Un acuerdo político (radicales y peronistas). Con Sergio decimos lo que hicimos. Para que la Argentina vuelva a ser un negocio productivo. En 1997 empezó a caer el país con la convertibilidad. Con Néstor Kirchner volvió a crecer. Hoy con todo lo que tenés, tenés que salir. El tema es si vos querés ser propietario o inquilino de esos recursos. Si estás débil , entregas todo. Esta es la pelea que tenemos que dar hoy.  Hay que recuperar la confianza de la gente.

-Por último, y con respecto al libro, ¿lo escribió estrictamente porque se cumplían 20 años o ya lo tenía pensado?

Todos me dijeron que tenía la obligación. La experiencia esa había que contarla. Después nos equivocamos y rompimos el acuerdo nacional. Es tal cual lo que pasó. Ahora vuelven todos a decir lo mismo. Cuando empezamos a crecer decían que era un veranito y lo hicimos hasta 2011. Kirchner pudo pagarle al FMI. Cuando arrancó Macri, a los cuatro meses, iba con una caja negra por todos lados. Es donde los aviones registran la piña y acá va a haber piña.